martes, 17 de junio de 2014

Crónica XIV Cross Popular de Almendralejo

El pasado sábado 14 de junio se disputó en Almendralejo la decimocuarta edición de su Cross Popular, lo cuál es el mejor indicador de la buena salud de la que goza esta carrera. Hay una serie de carreras en el calendario que para mí son una cita obligada, y esta es una de ellas. Ante la gran oferta de pruebas de carácter popular que inundan el calendario cada fin de semana no queda otra que ser selectivo, pues de lo contrario corremos el riesgo de acabar estresados. Una carrera que ya va por su decimocuarta edición, que tiene bastante nivel competitivo, en la que puedes encontrar los mismos servicios que en cualquier otra prueba urbana (agua, barritas, fruta, camiseta técnica...) y en la que el euro que costaba la inscripción va integramente destinado a la ONG Proclade Bética fueron los motivos que hicieron que me decantase por esta prueba y no por otras a la hora de volver a competir tras mi obligado parón. La salida de la prueba absoluta se dio con algo de retraso sobre el horario previsto (19:00 h.) y con una temperatura de 39,5ºC. El asfixiante calor fue sin duda una de las causas que provocó que la edición de este año haya tenido menos participantes que las últimas ediciones celebradas, aún así, la participación fue bastante buena teniendo en cuenta estas condiciones. 
El recorrido de la prueba es el habitual, dos vueltas a un circuito urbano asfaltado con salida y meta en la Avenida de la Paz sobre una distancia de 7,7 kilómetros. Salvo los que van a disputar la victoria, la mayoría de l@s corredor@s nos lo tomamos con bastante calma al principio, pues el calor obligaba a ser conservador, aún así, completo la primera vuelta en 16 minutos y logro mantener el mismo ritmo de carrera hasta pasado el kilómetro 5. A partir de ahí tengo que levantar el pie del acelerador pues de lo contrario corría el riesgo de no poder terminar, algo que le ocurrió a más de uno. A pesar de aminorar considerablemente el ritmo solamente un par de corredores me sobrepasan justo antes de llegar a la altura del estadio Francisco de la Hera. Una vez dentro del casco urbano, aprieto un poco y vuelvo a alcanzar a los corredores que me habían adelantado y a algún otro que se había parado apenas a 200 metros de la meta, lo cuál da una idea de lo justas que andaban las fuerzas. Al final de la prueba algunos corredores tuvieron que ser atendidos por los servicios sanitarios presentes en la línea de meta y uno de ellos fue trasladado hasta un centro de salud. 
Terminé la prueba en 35:15, un tiempo bastante discreto, casi tres minutos más de lo que hice el año pasado, pero con buenas sensaciones y sobre todo contento tras volver a ponerme un dorsal después de casi tres meses. 
Ahora toca seguir entrenando bajo los rigores del verano y aprovechar para participar en las numerosas carreras populares que irán llenando el calendario, como la de Solana de los Barros, la Milla Vertical "Guerrero de Magacela" o el Minimaratón de Miajadas. 
Por cierto, a pesar de la masiva proliferación de "vendedores de dorsales" que aprovechan el tirón del running y lo aderezan  con un toque de solidaridad para hacer negocio, esta es la mejor prueba de que aún pueden organizarse carreras populares de forma gratuita o a precios simbólicos. No es mi intención juzgar a nadie, y cada cuál organiza lo que quiere, donde quiere y todo aquel que quiera participar es muy libre de hacerlo, pero que no nos engañen, la solidaridad es una cosa y el negocio es otra. Si el "boom" que está viviendo este deporte sirve para que algunos ganen dinero, pues bienvenido sea, pero yo solo digo que afortunadamente quedan carreras gratuitas o cuyos dorsales tienen unos precios simbólicos que se destinan a fines solidarios: La Minimaratón de Miajadas, la Corta Mato de Elvas, el GP Comendador Rui Nabeiro o el Cross Popular de Almendralejo son buena prueba de ello. 

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